Hoy en día existen muchos suplementos y ayudas ergogénicas que atraen a los atletas con la esperanza de que pueden afectar favorablemente su rendimiento, aumentando la masa muscular, ayudando rápidamente en la quema de grasa, disminuyendo la fatiga, etc., por ciertas leyendas <<resultados rápidos y fáciles>> que manejan en los productos y testimonios de «usuarios reales” para promover sus beneficios. Dichos suplementos que pretenden hacerte más rápido, más fuerte, con más energía y más delgado…¿será que en realidad generen o mejoren la capacidad de ejercicio?
La base para mejorar la capacidad de desempeño del ejercicio y/o mejorar las adaptaciones del entrenamiento se resume en una buena alimentación. Ante todo, es importante incluir una dieta equilibrada en cuanto a los diferentes macronutrientes – hidratos de carbono, proteínas y lípidos-, así como el tiempo adecuado de la ingesta de dichos nutrientes, una buena hidratación y suficiente descanso, acompañado de un entrenamiento supervisado y constante.
La suplementación con carnitina para la quema de grasa, de los aminoácidos de cadena ramificada (BCAA): leucina, isoleucina y valina para retrasar la fatiga o de los triglicéridos de Cadena Media (MCT): Ácidos grasos para aumentar la energía por mencionar algunos, no cuentan con evidencia científica para apoyar su uso actual. La investigación ha demostrado que muchas afirmaciones de suplementos deportivos son engañosas o falsas. Sin embargo, existen otros suplementos como la creatina, cuya finalidad es la de aumentar la masa muscular, acelerar la recuperación, aumentar la fuerza y mejorar el rendimiento del ejercicio -especialmente para los entrenamientos de alta intensidad y corta duración-, para la cual se han encontrado resultados positivos y parece ser seguro pero no efectivo en todos los atletas.
A pesar de una creciente cantidad de evidencia científica y popularidad, la incertidumbre sobre la eficacia y la seguridad de estos suplementos todavía existe. Se concluye que la alimentación es la base para construir un buen programa. Después de esto, se podría sugerir el consumo de ciertos suplementos “aparentemente eficaces”, los cuales muestran ser efectivos y seguros científicamente en poblaciones relevantes.
Te recomendamos que consultes con un nutriólogo antes de utilizar algún suplemento. Recuerda que en la Clínica de Nutrición de la Ibero podemos orientarte.
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