Recomendaciones para aumentar la actividad física en la vida diaria
La actividad física contribuye a:
• Mejorar el sistema cardiovascular
• Construir huesos y músculos fuertes
• Alcanzar y mantener un peso saludable
• Adquirir fuerza y flexibilidad
• Tener una buena postura
• Dormir mejor
• Manejar el estrés
• Disminuir el riesgo de tener depresión
• Divertirse y mejorar el estado de ánimo
La inactividad o sedentarismo aumenta el riesgo de:
• Sufrir enfermedades cardiovasculares
• Padecer diabetes mellitus tipo 2
• Presentar hipertensión arterial
• Alcanzar concentraciones elevadas de colesterol y triglicéridos
Para mejores resultados se recomienda combinar los tres tipos de actividad física:
1. Cardiovascular o de resistencia: Son actividades que facilitan una respiración más profunda para que el corazón lata mucho más rápido y se genere una sensación de calor.
2. Flexibilidad: Son actividades que incluyen estiramientos para mejorar la movilidad de las articulaciones y la flexibilidad y alargamiento de los músculos.
3. Fuerza: Son actividades en las que se trabaja con peso o resistencias y que contribuyen a fortalecer los músculos y los huesos.
Hay un amplio abanico de opciones para efectuar actividad física. Conviene elegir las más apropiadas a los gustos y características personales:
• Caminar lo más posible. Para recorrer distancias cortas, optar por ir a pie en lugar de utilizar el automóvil u otros medios de transporte.
• Correr, saltar.
• Participar en algún deporte de equipo.
• Andar en bicicleta, nadar, patinar.
• Acudir a clases de yoga, gimnasia, etcétera.
• Aprovechar las actividades deportivas que ofrece la Universidad.
• Bailar.
• Realizar estiramientos todos los días.
• Hacer con regularidad lagartijas, abdominales y sentadillas.
• Explorar actividades nuevas, como escalar o tomar clases de baile.
• Invitar a los amigos a realizar juntos diversas actividades físicas.
• Subir escaleras en lugar de usar el elevador.
• Tomar rutas largas dentro de la Universidad, pero evitando retrasos.
Se recomienda empezar con 30 minutos de actividad física tres días de la semana, y aumentar el tiempo y la frecuencia de manera paulatina.
Si el problema es la falta de tiempo, conviene empezar con tres sesiones de diez minutos de caminata agitada a lo largo del día. Esto también ayuda a distraerse para después poderse concentrar mejor en el estudio y el trabajo.
Clínica de Nutrición
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