El consumo de alcohol tiene múltiples orígenes que se pueden ubicar en ciertas condiciones ambientales propicias, en las características individuales de la personalidad y/o en la patología de las personas que lo consumen.
Algunas de las creencias en la línea “positiva” son: produce placer, sensaciones agradables, proporciona mayor capacidad de relación, reduce la tensión, proporciona poder, reduce miedo, aumenta la sexualidad, etc.
Los problemas derivados por consumo de alcohol en los jóvenes suelen manifestarse en alteraciones de las relaciones con la familia, compañeros y maestros, bajo rendimiento escolar, violencias, alteraciones del orden público, transgresiones diversas y conductas como conducir tras haber bebido o tener actividades sexuales que conllevan alto riesgo.
Y tú ¿cuánto bebes?
Si una persona bebe de 2 a 3 veces en el lapso de siete días sin incrementar la cantidad que se considera moderada, tiene control en su patrón de consumo; en cambio, quienes ingieren más de cuatro copas por ocasión, aunque lo hagan esporádicamente, pueden asumir que tienen un problema. A su vez, el Manual de diagnóstico estadístico de los desórdenes mentales establece que la dependencia hacia dicha sustancia se presenta cuando quien abusa de ella experimenta malestares físicos y emocionales durante los periodos de abstinencia.
Evita los problemas con el alcohol, si decides tomar, hazlo de una manera responsable.
Estos son algunos consejos prácticos:
1.- Come antes de o cuando estás tomando a fin de atenuar los efectos del alcohol.
2.- Toma pequeños sorbos para ingerir alcohol de una manera más lenta. Nunca tomes grandes cantidades de una sola vez.
3.- Limita el número de tragos hasta una cantidad moderada. Conoce tus límites y procura respetarlos.
También podrás considerar el dejar por completo el alcohol.
He aquí algunos consejos prácticos para los no tomadores:
1.- Rechaza las bebidas alcohólicas de una manera cordial pero firme, no pidas disculpas ni des pretextos.
2.- Insiste en tu derecho de abstenerte de tomar.
3.- No temas pedir café, té, refresco o jugo en vez de una bebida alcohólica.
Protégete de los peligros del alcohol:
1.- Si es que decides tomar, se consciente de por qué motivo tomas y a qué puede conducirte.
2.- Busca ayuda si tienes problemas con el alcohol.
Hoy en día ya es posible controlar el consumo inmoderado en etapas tempranas, un tratamiento en el cual se orienta al bebedor para que analice y descubra por sí mismo la causa que lo llevó a tal situación y, así, procure impedirla en el futuro.
Se invita a los jóvenes que puedan tener problemas con su forma de ingerir alcohol a someterse a un Programa de Intervención Breve y Detección Temprana para bebedores problema, en el cual no serán persuadidos a dejar para siempre la bebida, sino que se les dotará de herramientas que les permitan aprender a hacerlo con responsabilidad y moderación.
Atención a Problemas de Alcohol en Jóvenes. Teléfono 56-58-39-11
Martha Uribe
marthamolints@gmail.com
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