Vida en Internet
¿Sientes que no puedes dejar tu celular o tu computadora ni un minuto? ¿Empiezas a tener problemas con tu pareja o tu familia por no despegarte de internet? ¿Estás teniendo dificultades con tu rendimiento académico por pasar tanto tiempo conectado?
Internet abre la posibilidad de interactuar en redes sociales, de mantenerse en contacto con gente querida, conocer nuevas personas y ayuda a disfrutar del cine, la música, los deportes, los videojuegos, las compras… Es precisamente por todo esto que parece justificable la vida constante en internet, al punto en que se vuelve muy delgada la línea entre su uso normal y patológico.
Consecuencias del exceso de internet.
La Asociación Americana de Psiquiatría ha denominado oficialmente al uso compulsivo de los recursos en línea como ciberpatologías. Consisten en el deterioro de la funcionalidad de la persona en varias esferas de su vida, desde el descuido de las relaciones sociales cara a cara con pareja, amigos y familiares, hasta la apatía hacia distintas actividades, como el estudio o el cuidado de la salud física. Las ciberpatologías se caracterizan por el uso de internet durante periodos muy prolongados debido a su estimulación placentera, al tiempo que provoca una divagación constante y genera un fuerte aislamiento.
Algunos de los criterios para identificar el uso patológico de estas tecnologías son:
- Ocupar buena parte del pensamiento en cuestiones de internet cuando no se está conectado.
- Mentir acerca del tiempo que se pasa conectado y lo que se hace en la red.
- Falta de sueño y cansancio extremo.
- Baja en calificaciones o desempeño académico.
- Apatía general.
- Irritabilidad e incomodidad cuando no se está conectado.
- Asumir que lo se aprende en la red siempre es superior a lo que se aprende en las clases.
- Pérdida de interés en otras actividades.
- Síntomas depresivos como la tristeza, la flojera y el exceso o falta de comida.
- Negación de la seriedad del problema.
Huida placentera
En las ciberpatologías el internet pasa de ser una herramienta de trabajo a ser un escape, pues la atención en el uso de las aplicaciones permite a la persona olvidarse de sus problemas, bloquear el dolor, la incertidumbre, la angustia, el estrés y la tristeza.
Puede traerle un sentimiento artificial y transitorio de calma, de logro, de control, de intimidad y/o de pertenencia. El escape consiste en la fantasía de sustituir la relación con un mundo externo doloroso por un mundo virtual temporalmente placentero. En estos casos, la interacción virtual, en lugar de enriquecer a la persona, poco a poco sustituye a la interpersonal: las ciberpatologías se van convirtiendo en la manera predominante con la cual se lidia con la angustia y la depresión. A decir de una estudiante, el internet: “Te produce sentimientos y sensaciones placenteras que no puedes conseguir de otra manera”.
Si sientes que te ocurre algo similar y no te sientes a gusto con ello, es aconsejable que busques ayuda profesional, así como el apoyo de tus familiares y amigos. Recuerda que las conductas compulsivas pueden ser síntoma de problemas preexistentes: el internet funciona sólo como un medio para evitarlos.
Psicoanalista Daniela Morábito
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