Ser estudiante universitario implica además de estar inscrito, contar con habilidades, actitudes, valores y competencias que te permitan aprender de manera eficiente y eficaz para obtener los resultados esperados al iniciar el curso.
A continuación se describen algunos problemas típicos de ciertos alumnos ¿te identificas con alguno?
Pasar horas frente al libro, desganado y distraído; cumplir tareas sólo al mínimo; presentar dificultades para elaborar trabajos que requieren invertir más tiempo y esfuerzo => incapacidad para administrar el tiempo.
Leer una y otra vez un mismo párrafo, intentando aprenderlo de memoria, sin comprender su significado del todo => falta de concentración.
Para preparar un examen o exposición, hacer una primera, segunda o tercera lectura de textos o material necesario, sin hacer notas, apuntes o fijar ideas concretas, sintiéndose perdido al momento de hacer el trabajo final => dificultades para seleccionar la información.
Asistir puntualmente a clase, llenar hojas y hojas con apuntes, pero no volver a ellos hasta un día o dos antes del examen, dándose cuenta de lo extenso o incomprensibles que éstos resultan por el paso del tiempo sin revisarlos => incapacidad para usar los apuntes propios.
Estudiar con tiempo, ser capaz de memorizar y estar seguro de “saberlo todo”, pero en el examen no responder con precisión, no expresarse bien, olvidar lo estudiado, abandonarlo sin tomar en cuenta que no se ha concluido => falta de control de las propias emociones.
Mostrar poca motivación debido a una experiencia negativa anterior, creer y afirmar “no se me da” o “no puedo” con alguna materia => falta de confianza en sí.
Ser el que cada semestre afirma que empezará “en serio” estudiando 5 horas diarias, dejará amigos, fiestas, cine, deportes, novio(a), para muy pronto perder entusiasmo y volver a los viejos hábitos => falta de perseverancia y continuidad.
Tomar la decisión de inscribirse en la carrera, sin contar con información suficiente acerca del plan de estudios o campo laboral, lo que se refleja en una falta de convicción y compromiso para estudiarla => inadecuada elección vocacional.
¿Qué hacer?
Algunos expertos coinciden en que los buenos estudiantes: identifican qué y cómo deben hacer sus tareas y trabajos; no pierden tiempo ya que organizan deberes, pasatiempos y descanso; entienden qué piden los profesores y trabajan para cumplir y entregarlo bien; estudian de manera ordenada y administran su energía combinando descanso y distracción con esfuerzo y disciplina, en resumen tienen una relación amigable con el estudio y llevan una vida de estudiantes satisfactoria.
Clínica de Bienestar Universitario CBU.
¡Si te gustó el artículo, escríbenos! |